En su conferencia magistral de inauguración, intitulada Elementos de tipo penal de trata de personas, el Procurador capitalino reconoció que pese a los esfuerzos nacionales e internacionales para eliminar la trata de personas, ese fenómeno continúan presente en el mundo.
Millones de personas, principalmente mujeres y niños se ven atrapados en redes delincuenciales que los someten a una esclavitud moderna, que viola derechos humanos y constituye un delito contra las personas y el Estado, dijo en el auditorio Alfonso Quiroz Cuarón del Instituto Nacional de Ciencias Penales.
La trata de personas es una forma de control y de dominio sobre los demás, en el que subyace el sometimiento, el control, el dominio, las lesiones, el homicidio y el engaño, comentó Mancera Espinosa frente al presidente de la Comisión de los Derechos Humanos del Distrito Federal, Luis González Placencia; el director del Inacipe, Gerardo Laveaga Rendón, así como de los catedráticos españoles en Derecho Penal, Juan Carlos Ferré Olivé y Esteban Pérez Alonso.
El Procurador capitalino reconoció que la lucha contra ese fenómeno no es sencilla, en virtud de que enfrenta una de las formas más agresivas de ataque social, porque agrupa sujetos que hace de su forma de vida el delito; que se organizan con una forma de permanencia y se estructuran jerárquicamente para la consecución de sus finalidades delictivas. Es por eso que la trata de personas ha ganado la incursión en el catálogo de los delitos que conforman a la delincuencia organizada.
Mancera Espinosa dijo que cifras de Naciones Unidas revelan que más de cuatro millones de personas son víctimas de trata cada año y ello constituye uno de los retos de lucha contra la delincuencia organizada más importantes.
Comentó que la trata de personas es un delito que se caracteriza por las restricciones a la libertad individual y a las violaciones de los derechos humanos fundamentales. Una vez que el individuo queda atrapado en la red de tráfico humano, es incomunicado y por la regular despojado de documentos de viaje e identificación con el propósito de anular por completo sus posibilidades de escape, detalló el titular de la PGJDF.
Algunos terminan trabajando servidumbres o deudas contraídas con sus propios tratantes en países, estados o regiones ajenos, en donde ha veces, el idioma contribuye a las barreras físicas, económicos y sociales, añadió.
Al respecto recordó que el gobierno mexicano se unió al consenso nacional referente a la necesidad de luchar contra este delito, adhiriéndose al Protocolo Contra la Trata de Personas, que es el primer instrumento jurídico internacional que define la responsabilidad de los Estados para prevenir, reprimir y sancionar esta conducta.
Sin embargo, señaló que es importante redoblar acciones en contra de los tratantes de personas, armonizando nuestras leyes no solo para castigar estas conductas, sino para empoderar a las víctimas para que puedan realizar las denuncias y puedan enfrentar los procesos penales.
En el caso del Distrito Federal, resumió el Procurador Miguel Ángel Mancera Espinosa, han sido rescatadas 250 víctimas de trata y más de cien personas procesadas tanto por explotación sexual como por explotación laboral, ante decenas de representantes de instituciones académicas, gubernamentales y legislativas.
Convocado y organizado por los institutos Nacional de Ciencias Penales y de Formación Profesional de la Procuraduría capitalina, el encuentro académico reúne a especialistas de España, Honduras y México para el estudio y análisis de los temas de Trata de personas, Código Federal de Procedimientos Penales, Dogmática y Sistema Procesal, Pandillas y ¿La pena ayuda a la Reinserción Social? El foro se realizará toda esta semana.
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